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    Escapada ecuestre en el paraíso malagueño

    Mejora tus habilidades ecuestres y tu confianza alrededor de los caballos en las hermosas colinas de Málaga.

    En las maravillosas instalaciones de la provincia, se ofrecen una combinación de lecciones y paseos por senderos bajo la guía cuidadosa de excelentes instructores, y verás una mejora significativa en tus capacidades de conducción durante su estadía. Hay instrucción para principiantes y también instrucción disponible para jinetes más experimentados para probar algunos movimientos de la escuela secundaria en caballos andaluces bien entrenados.

    La población equina más aristocrática del mundo debe su fama al caballo andaluz, junto al árabe y, mucho más tarde, al pura sangre. Su historia se remonta mucho antes del nacimiento de Cristo, al 200 a. C., en la época de las Conquistas Romanas en España y sus alrededores. Los escritores romanos elogiaron las cualidades de los caballos nativos españoles, que fueron reconocidos por los conquistadores moros de España, quienes naturalmente los cruzaron con sus propias razas árabes y bereberes.

    Las melenas de las yeguas se suelen cortar en España; sólo los sementales pueden exhibir todo su esplendor. Alrededor del 50 por ciento de los ejemplares andaluces suelen ser grises o blancos, y el resto son castaños o negros. Se excluyen del libro genealógico las castañas o picatos.

    Estos atributos se combinan con una inteligencia ardiente, extrañamente reñida con su temperamento afectuoso y dócil. Se considera el caballo de carruaje y desfile de haute école ideal. Quizás resulte algo sorprendente, por tanto, que su presencia fuera de España no esté más extendida en la actualidad

    Uno de los establecimientos preferidos para unas vacaciones ecuestres en Málaga es el Majestic Málaga. Para las caminatas hay una variedad de rutas diferentes disponibles, algunas más largas y otras más cortas, haciendo todo lo posible para adaptar su experiencia de conducción al nivel de cada visitante. Los paseos de 2-3 horas incluyen una visita al bar local para disfrutar de una bebida y tapas bien merecidas; después, discurre por el Parque Nacional que es un tesoro, los pinos ofrecen refugio del sol en los meses de verano. Los paseos por la mañana o por la noche son imprescindibles en julio/agosto. Al regresar a la hacienda hay muchas oportunidades para atravesar esta zona de belleza natural. Por la noche, se puede cenar con sus compañeros invitados y anfitriones en el salón de la capilla. Todas las comidas se preparan con productos frescos locales o de su propio huerto.